Nací en 1967, durante el Cámbrico. Durante mi infancia y adolescencia los juegos técnicos, la lectura y la música ocuparon casi la totalidad de mi tiempo de ocio. De adulto abandoné tan pronto como pude la corrección ortotipográfica y me lancé de cabeza sobre el primer Mac que vi. Tras diecisiete años empleado en el sector de las publicaciones y el desarrollo de software decidí –justo hace ahora otros veinte– emplearme por cuenta propia y emprender una empresa que me venía muy grande. Pero en fin, aquí seguimos tras la gran estafa de 2007 y la de 2019, montando proyectos con nuestra tecnología en el sector editorial.
Me he metido en este foro por una razón. Tenemos todo el poder pero raramente sabemos tomarlo. No es nada fácil, pero a menudo nos lo hacemos mucho más complicado. Todos nosotros ponemos etiquetas rápidamente a las personas y las muy jodidas llevan un adhesivo que sería la ruina del sector de los pegamentos, porque nos cuesta horrores despegarlas, pero se las enganchamos a la gente como si nos quemaran las manos. A mí, por ejemplo, hay quien me cuelga el sambenito de troll capitalista (o algo así), por defender el sentido práctico de la G1 y su introducción en el sistema económico “tradicional”. Pero jamás habría escrito esta canción si yo fuera un defensor del sistema económico reinante. (La música se me ha quedado como juego adulto.) Quien me conoce sabe que soy por defecto muy amistoso, y perseguidor incansable (o casi) de una cooperación profesional que el sistema actual nos hace casi imposible (divide y vencerás). Creo que varias formas de desmontar el sistema son posibles, y probablemente todas las que funcionen pasen por “calzar” matrix con la G1 para crear nuestras pequeñas islas privadas y autosuficientes sobre el modelo actual.
Afortunadamente, la G1 es una herramienta que puede ser usada de muchas formas, y el hecho de que yo trate de usarla de una forma no debe impedir ni estorbar las aspiraciones y modelos de otros (o eso creo, y si lo hace y alguien me lo demuestra con un simple ejemplo yo lo tomaría en cuenta), así que en este foro voy a estar proponiendo lo siguiente: debemos crear comunidades de servicios centrales y usar el euro como referencia numérica de valor (por lo menos hasta que rellenemos los huecos de ese capital de activos centrales, que ha de sustentar todo lo demás). Lo defenderé no como una posición de negociación en la que me escudo, sino como una posible solución. Por lo tanto ignoraré a quien se me lance al cuello con ideología o filosofía, pero escucharé atentamente a los que aporten soluciones, ejemplos o crítica constructiva para alcanzar una realidad alternativa lo antes posible.
¿Y por qué precipitar las cosas y arriesgarse a estropearlas? En mi opinión, estropearlas y hacer brindis al sol es, precisamente, no poner esos dos pilares en la ecuación, junto al de la moneda. Pero sí que tengo prisa. Ya hace mucho tiempo (más de una década) que el sistema financiero hace aguas a nivel planetario, probablemente varias décadas. La pirámide productiva está del revés, cada vez más personas que no producen nada y simplemente “cuelgan” de las que producen valor. Para colmo se ha parado el país tres meses enteros y se le han puesto piedras bajo las ruedas durante dos años. Las únicas empresas que han crecido son las que ya eran multimillonarias, y además han ocupado el hueco de las que han cerrado. El mundo de la información está censurado casi por completo. Se están cambiando las leyes sin hacer ruido y con trampas parlamentarias para tenernos más y más controlados y sometidos a castigos, obligaciones e impuestos injustos, hasta el punto de saltarse los derechos humanos y otros muchos tratados a los que estamos suscritos como país. La economía se hunde porque la controlan cuatro tiburones y cada vez hay menos sardinas, pero es totalmente falso que tengamos problemas. Sólo tenemos problemas porque somos esclavos, pero nuestras cadenas se pueden romper muy fácilmente con el trueque y una moneda.
Nuestro negocio no va mal, pero veo el peligro para todos. Todas las sardinas necesitamos que la economía libre se abra paso de forma general, descentralizada y rápida. Si los depredadores de arriba pueden sofocar los brotes de la G1 o mantenerlos como intercambios de atrapasueños y poco más… no conseguiremos gran cosa. La única amenaza que puede conseguir que los cuatro perros asesinos de arriba se pongan a dieta o se coman entre ellos en vez de exprimir (exprimirnos) el modelo actual hasta la última gota es que esta economía nos sirva tanto como la actual.
Quiero aportar mi experiencia en arrancar proyectos para convencer no únicamente a agricultores, mecánicos, electricistas, médicos, abogados, periodistas… sino también a empresas que ven en esto de la G1 u otras monedas una chaladura de frikis, porque en realidad casi todos nosotros, desde el más humilde autónomo hasta las empresas de cientos de empleados, somos prisioneros de un conglomerado gigante formado por bancos, megaempresas, políticos, sus asesores y sus burócratas. Nos asiste el derecho natural, como presas, a tratar de escapar del depredador. Diseñemos un plan con cara y ojos y no podrán cortarnos las alas sin delinquir flagrantemente y a la vista de todos.