Para el abrazo falta un chuletón y unos vinos solamente. Creo que todos queremos cosas muy parecidas o indénticas, pero cada cual tiene su receta. Y los que navegamos por la vida con la vela ésa de “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti” somos propensos a chuletones, vinos y abrazos. Así que proponiendo relaciones con el euro creo no estar perjudicando a nadie. Si creyera que estropeo algo no lo propondría.
No entiendo algunas cosas que dices (o quizá es que no estoy de acuerdo y no lo sé muy bien todavía). ¿El euro tiene un valor que alguien le ha dado? Tienes razón en que no sé cuál es, pero… es que yo no creo que nadie le haya dado un valor. A menos que te refieras a la relación entre el euro y otras monedas. Si no te refieres al cambio de divisas no sé lo que quieres decir.
En cambio, entiendo y estoy de acuerdo en que el dinero que circula es deuda. Se genera con préstamos que no lo son, que son fraudulentos, una tomadura de pelo. No están prestándonos nada, ni siquiera existe lo que nos “prestan”, sólo existe lo que “devolvemos” nosotros al creer que nos han prestado algo. Nos proporcionan un espejismo que nosotros convertimos en realidad. ¡Y encima nos cobran intereses!
Sin embargo, para mí ése no es un problema achacable a la moneda. La moneda es una simple herramienta para cometer esas tropelías, pero también sirve para cosas buenas. Los males del euro no “viven” dentro del euro. Igual que las armas no matan solas y pueden usarse para plantar geranios.
Y por supuesto: también veo una dificultad en saber cómo y cuando podríamos deshacernos de la equivalencia euro. Tengo algunas ideas, aunque creo no serían nada populares. Pero creo que no hay que centrarse en un aspecto de la relación con el euro, sino en varios. Es como si somos 15 personas con un incendio a nuestros pies y hay dos cuerdas para escalar al tejado. Si suben pronto las cuatro personas más capacitadas pueden descolgar arneses y subir a los demás, cada vez más rápido. Sin embargo, para ello es necesario cometer una injusticia y que unos suban antes que otros, dejando que los de abajo puedan resultar heridos en el mejor de los casos. Mi punto de vista es que al lado de la injusticia, el único resultado que vale la pena pesa mucho más (especialmente porque no preveo heridos ni muertos en este caso).
El euro es una herramienta y una unidad de medida. Lo mezquino y tramposo es usar la deuda como activo, ése es el problema. Limitarnos a usar sólo el rol numérico del euro, que refleja los valores relativos actuales entre diferentes activos y servicios, nos pone el armazón necesario para que muchos podamos orientar nuestros servicios a la G1.
Dicho esto, yo no creo que la relación con el euro sea una “salvación”. Para nada. Me encantaría encontrar otra forma de estabilizar precios y equilibrar la masa monetaria. Pero no se me ocurre otra, ni veo que eso esté pasando hasta día de hoy. Y sin eso parece que no vamos a ninguna parte realmente. En realidad sabremos que progresamos cuando las “autoridades” metan mano a la comunidad G1.
Te mando un abrazo fuerte aunque sea sin chuletón de por medio.