¿Que resuena el título?
¿Es esto la Ğ1?
Esta pregunta, tal como suena, lleva aparejada una fórmula de provocación.
No nos equivoquemos, provocar no quiere herir ni malmeter, pues es un acto que despierta los pensares y anima a despertar conciencias.
La idea provocadora reside en mi amor por el trabajo de muchas asociaciones, grupos y colectivos que han desarrollado con sus monedas locales y sociales una dinamización de sus territorios.
¿Que pasa con ellos?
Pues pasa que con la moneda libre y su descentralización se ven sumidas en una “crisis” de identidad (por llamarla de alguna manera).
Sinceramente creo que la idea de la moneda libre ofrece una nueva oportunidad a todas estas monedas que circulan por el mundo, un respiro que ayuda además a volver a poner en valor todo el respaldo que tuvieron y que costó mucho trabajo lograr.
Ahora toca un ejercicio diferente, también transgresor desde estas monedas sociales, pues desde ellas es necesario encontrar su DU.
Cuando acudí a un encuentro nacional de moneda social me di cuenta que efectivamente podíamos clasificar las existentes en 2 clases:
- Las ¿oficialistas? (que utilizan al sistema tambien modelo financiero y local).
- Las ¿anarquistas? (que utilizan a las personas y su confianza como contra valor).
Nota: Lo pongo en interrogantes porque en otros lugares se señalan como A y B para distinguirlas.
La propuesta de una letra (la C) que lleva aparejada una moneda social libre es la que me gustaría poner ahora encima de la mesa, algo que va mas allá de la moneda social y la moneda libre, una conjunción de ambas. Una tercera categoría para las monedas sociales que hoy existen.
No es dificil ni facil, es una buena manera de poder compatibilizar ambas, y desde luego con una base común que las une: El Dividendo Universal.
¿Que haría falta?
La experiencia en monedas sociales asociadas al sistema fiduciario con una equivalencia de tal modo que 1 moneda social = 1 moneda fiat a la larga se comprobará lo ineficaz que resulta para conseguir la tan ansiada libertad que propugnamos, incluso el cambio de paradigma económico donde el ser humano se plante como eje económico (no solo como creador del dinero).
Toca reflexionar y utilizar (si se quiere) en las monedas sociales al DU como valor referencial y convertirlas en monedas sociales libres. Esto desde monedas del tipo B podría darse el caso … con un esfuerzo de comprensión y de deseo. Así mi forma de verlo coincide con conversaciones que he mantenido con defensores de este tipo de monedas sociales en entornos que utilizan el tiempo de las personas como contravalor.
Y es ese tiempo el que nos pondrá a todos en nuestro lugar.
Solo falta establecerlo.
No puede existir una gran moneda libre, entiendo que tiene que haber muchisimas monedas libres porque desde cualquier ámbito social el concepto del valor también es relativo.
Gracias a todo vuestro esfuerzo… vamos caminando y pensando todas y todos en esa fórmula de comprensión que se hace tan necesaria.
Un abrazo.